torrencinas

Nobleza Ibérica

jamón ibérico de guijuelo

LEGADO CULINARIO DE SALAMANCA.

PATRIMONIO GASTRONÓMICO DE LA HUMANIDAD.

Celebramos la nobleza ibérica de nuestros animales y procesos

Tal vez empezase por necesidad. Y tal vez empezase por subsistencia. Pero, la cría, sacrificio y curación del cerdo ibérico en Guijuelo siempre se ha hecho con un gran respeto hacia el círculo de la vida, cuya máxima representación es la íntima relación entre el campo charro, la dehesa extremeña y el cerdo ibérico.

Un gran respeto hacia el animal, garantizándole una vida sana en la extensa dehesa salmantina. Un gran respeto hacia el sacrificio y el curado de la carne del animal.

El amor que se ha empleado siempre en los procesos artesanales. Las cosas bien hechas. Y los sabores extraordinarios.

Procesos de ayer, estándares de calidad de hoy

El jamón ibérico de Guijuelo producido por la marca Torrencinas es de nobleza 100% ibérica. Eso significa que tanto el padre como la madre del animal son también ibéricos.

MATERIA PRIMA DE CALIDAD INSUPERABLE

El importante linaje ibérico de los cerdos queda registrado en el libro genealógico oficial Aeceriber de la Raza Porcina en España, garantizando la etiqueta Pata Negra de nuestros jamones.

curación artesanal en bodegas naturales

En el proceso de curación solamente interviene el aire natural del entorno y su control se realiza abriendo y cerrando las ventanas, de lo cual se ocupa el maestro jamonero.

Jamón Ibérico de Guijuelo

Sabores y aromas reconocibles e incomparables

Probar el jamón de bellota ibérico es vivir una experiencia sensorial irrepetible. El perfume las flores, las hierbas, las raíces y las bellotas con las que se ha alimentado el animal, en las dehesas salmantinas y extremeñas… Su textura aterciopelada y poco fibrosa… De máxima untuosidad… Las tonalidades blanco brillante de su grasa… Y su espectacular sabor… El punto perfectamente equilibrado entre salado y dulce.

Un sabor muy jugoso obtenido cubriendo la pata del animal en sal marina a 4°C de temperatura entre 0,60 a 0,90 días por kilo de peso.

Una experiencia sensorial única lograda gracias a la combinación perfecta de ingredientes y factores perfeccionados a lo largo de los siglos.

El tiempo, los elementos naturales y el método tradicional de salazón en pila son otras de las claves de su excelente calidad e inmejorables sabores.

A diferencia de los procesos de fabricación industriales, la curación del jamón ibérico de Guijuelo se lleva a cabo sin ningún tipo de prisas comerciales, siendo común los procesos de secado de entre 24 meses a ¡incluso 60!

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